Cuando hablamos de sobrepeso y obesidad, son muchos los factores a analizar, quizá demasiados. Por una parte la obesidad es un tema sumamente «estructural», esto quiere decir que es muy difícil encontrar el conflicto real que la desata, pero no imposible, y claro, a esto hay que sumarle que pueda ser en muchos de los casos, un conflicto que continúa repitiéndose por mucho tiempo. Es una sensación de «peligro» constante. Por lo tanto, todos los casos de sobrepeso, responden a motivos diferentes y únicamente pueden liberarse, aquellas personas que realmente quieran bajar de peso a la vez que resuelven su problema emocional.
La obesidad puede ser causada por una excesiva acumulación de tejido adiposo en el organismo o bien por una retención de líquidos (son los casos menos comunes).
Se le considera un problema cuando la salud de la persona está en peligro de muerte a causa de este exceso de peso.
Cuando el peso va aumentando progresivamente, estamos hablando de obesidad por grasa. Cuando hablamos de un aumento de peso muy rápido y en pocos días, es obesidad por líquidos.
Dependiendo del lugar en donde acumulemos la grasa, conoceremos el significado de nuestra obesidad, porque siempre la zona con mayor sobrepeso tendrá un simbolismo inconsciente.
La obesidad puede tener varias causas, pero en la mayoria de los casos la persona afectada se sintió humillada en la infancia y puede que todavía tenga miedo de sentir vergüenza o mas bien de que alguien se avergüence de ella o de que alguien la avergüence. El exceso de peso es una protección contra aquellos que le piden demasiado, porque esta persona sabe que le resulta difícil negarse y tiene tendencia a llevar todo a sus espaldas. También es posible que la persona se sienta prisionera desde hace mucho tiempo. Se siente como el relleno de un sándwich, y debe partirse en cuatro para tener contenta a la gente que la rodea. Cuanto más quiere hacer felices a los demás, y que la consideren buena persona, más trabajo le cuesta reconocer sus verdaderas necesidades.
También suele suceder que una persona acumula demasiada grasa para no ser deseada por el otro sexo, ya sea por temor a ser engañada o a no ser capaz de decir que «no». La persona
obesa también quiere ocupar su lugar en la vida, pero se siente mal por hacerlo. No se da
cuenta de que, a pesar de todo, ya ocupa bastante… y no solamente en lo físico.
Sobrepeso en abdomen:
«Siento que mi vida, la controla mi pareja».
«Debo proteger a mis hijos».
«Ya no quiero más hijos».
Sobrepeso en hombros y brazos:
«Debo ser fuerte».
«Debo mostrarme fuerte».
«Debo ganar. ser mejor».
Sobrepeso en vientre colgante o genitales:
«Protejo mi sexualidad, no quiero relaciones sexuales».
«Me siento inferior sexualmente».
«Siento que mis genitales no serán aceptados».
Sobrepeso en caderas y muslos:
«Me protejo de ser violada o tocada».
«Entre más ancha menos atractiva».
«No quiero sexo».
Sobrepeso en cara y cuello:
«No soy bonita, atractiva».
«Le temo al rechazo».
«A nadie le gusto».
Sobrepeso en todo el cuerpo:
«Debo mostrarme fuerte y seguro».
«Debo aparentar que estoy bien».
«Debo aparentar que no pasa nada».
«Debo aparentar que soy feliz y estoy feliz».
«Ya tengo lo que quiero, no necesito buscar más».
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