Estoy leyendo «El viaje de Héroe» de Stthephen Gilligan y Robert Dills, en el libro se habla precisamente de algo que me ha ocurrido a mí en estos momentos de mi vida.
Habla de cómo o cuando uno se da cuenta de que en su vida hay algo que debe de hacer, irremediablemente sin excusas y sin más dilación, incluso esa llamada ha sido negada o ignorada alguna que otra vez.
Cómo se te presentan resistencias, o demonios como ellos lo llaman e impiden que te pongas a tu trabajo. Esto es lo que me ocurrió a mí y estoy seguro que a muchos de vosotros, en algún que otro momento de vuestras vidas algún que otro demonio, «creencias limitantes» las llamaremos.
En el libro os podéis encontrar con algunas técnicas básicas para encontrar tu centro. Es muy importante encontrar tu centro, estar equilibrado, en paz, calmado y centrado.
Con esta calma las cosas que te ocurran en tu vida las puedes ver de forma totalmente diferentes. Cambia tu actitud cambia lo que hay alrededor. Tengo que decir que he tenido la suerte de comprobar no hace mucho esta técnica en una situación estresante para mí y se vive todo mucho mejor! 😉
Os animo a que encontréis vuestro centro, se trata de una simple técnica que aquí os dejo:
En una posición cómoda y relajada, que puede ser perfectamente sentado en una silla, respira profundamente dejando a cada respiración salir a tus pensamientos. Imagina que estas en un momento de introspección y mirando hacia adentro, con cada respiración vas relajando más y más tu cuerpo.
Tu cuerpo se relaja y sientes tus pies en contacto con el suelo, sientes tus brazos cada vez más relajados, al mismo tiempo que respiras sueltas tus hombros y comienzas a interiorizar y a buscar cuál es tu centro.
A cada respiración más y más profunda vas a empezar a encontrar tu centro, el cual se encuentra siempre por debajo de tu cabeza y encima de tus piernas. Y respirando profundamente y dejando pasar tus pensamientos sin prestar atención a ninguno de ellos, comienza tu viaje a encontrar y sentir tu centro, cuando lo sientas, lleva tu mano hacia esa parte del cuerpo donde lo encontraste. Tócate y di para tí mismo » Este es mi centro» «mi zona tranquila».
Quédate un rato así relajado y disfruta de ese lugar tranquilo que es tu centro, al mismo tiempo que te haces la promesa de encontrarte aquí, cada vez que estés es una situación complicada o estresante para así poder resolver el problema desde tu centro.
Es un gran ejercicio, os animo a probarlo y sentirlo ejercitarlo y seréis mucho mas calmados para el resto de vuestras vidas.
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